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martes, 17 de enero de 2012

DESAPEGO

(En memoria de Socorro Fernández de Liñán)
Como mencioné en el post anterior fue mi cumpleaños y un día después jamás imaginé que una noticia nos fuera a dejar caer el mundo encima a mí y a toda mi familia, la muerte de mi abuela. Falleció alrededor de las 5am del domingo; y nos avisaron a las 7am; víctima de un ataque al corazón, mi viejecita tenía 84 años de edad. Extrañamente murió de una causa ajena a su enfermedad cruz, (Parkinson) fuera de allí siempre gozó de buena salud, y a veces muchos de mi familia pensábamos que teníamos abuela para rato. La muerte de mi abuela produjo en mi un vacio muy fuerte, aún cuando en coche paso por su casa; imagino verla parada en el portón de la cochera. O mientras salían sus pantuflas por la vista que deja ver el entreabierto de la puerta principal. De niño recuerdo que nunca fue la abuela mas cariñosa; les mentiría si dijera que lo era, siempre fue de un corazón un tanto duro, pero noble, (Será que nunca le gustaron los niños correlones) pero ya más grandes, comprendimos su historia y sus molestias ante la vida; aún así verla temblorosa y/o sonriente con su carita semi chueca nos movían el corazón a todos los que la visitábamos, su figura desplazándose en andadera y recorriendo la cocina siempre me produjeron una gran ternura. Recuerdo que alrededor de un mes la visitaba los domingos y 2 veces por en medio de la semana, cuando yo salía de dar clases en la preparatoria; nuestro tema de conversación siempre era “mi trabajo” y “alguna posible pareja” y cree un vinculo mas fuerte con ella, aparte de que nunca olvidaré sus bendiciones ( de madre y de abuela) , y su beso arrugado que tanto me gustaban. Recuerdo con los ojos llorosos mientras tecleo cada momento en el que la recuerdo, y también viene a mi mente el momento de decirle adiós a esa carita arrugada por los años y a ese copete blanco que hace de las abuelas la figura más bella sobre la tierra, y esa idea curiosa que me atormentó durante esos días de tristeza, ¿ cómo ver la muerte siendo budista? ¿Cómo ver y hacer mía esta pena? ¿ Quién me puede decir cómo hacerlo?, sin maestro o gurú es muy difícil conseguir un apoyo que nutra el alma, o conseguir una enseñanza y saber qué es lo que debo de hacer. Y a mi mente llegó la palabra desapego. Déjala ir; déjala que sea libre; ella ya no está aquí ya esta trascendiendo y empezando de nuevo. Y ese fue mi motor; ver con ojos compasivos a aquella persona que ha parado de sufrir y esperar que lo que tenía que haber aprendido aquí lo haya hecho, aferrándome a ella , mantenerla siempre con nosotros no pararía su sufrimiento ni su degenerativa enfermedad. Ese día al ver su cuerpo sin vida, vi una cara tranquila; aquella mujer que soñando se fue de este mundo para abrazar a los suyos, a mi abuelo y a su Dios.

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